Bomberos sufren durante un incendio el desgaste comparable al de atletas BRIF

El Grupo de Investigación en Valoración de la Condición Física de la Universidad de León acaba de publicar un artículo en la revista científica Journal of Occupational and Environmental Health sobre el nivel de esfuerzo físico que supone a los miembros de las BRIF (Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales) la extinción de fuegos.

Además han recibido un premio a una investigación sobre la condición física y el rendimiento de los brigadas forestales. Es concedido por los ministerios de Educación y Medio Ambiente y el trabajo ha sido dirigido desde el Departamento de Educación Física y Deportiva de la ULE

Pincha aquí para ir al enlace de la noticia en la pagina de la Universidad de León.

Jorge López Satue, José Gerardo Villa y José Antonio Rodríguez Marroyo, tres de los investigadores que han participado en el Estudio.

Los puntos principales del estudio han sido la Intensidad, fatiga, esfuerzo, seguridad y ergonomía.

Se ha analizado la respuesta termorregulatoria y fisiológica del Personal Especialista en Extinción de Incendios Forestales  integrante de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (BRIF).

Los denominadores comunes siguen caracterizados por una gran heterogeneidad tanto a nivel de experiencia laboral, edad como de condición física, influenciado en gran medida por el carácter temporal de este trabajo.

Extracto del documento de TRAGSA

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Trabajándose al bello enemigo

¨Durante los últimos años, a través del proyecto de investigación CREIF se ha
analizado la respuesta termorregulatoria y fisiológica del Personal Especialista en Extinción
de Incendios Forestales (PEEIF) integrante de las Brigadas de Refuerzo contra Incendios
Forestales (BRIF), constatándose el elevado esfuerzo y estrés térmico.¨

 Puedes seguir leyendo las conclusiones del estudio  del documento de TRAGSA

Un esfuerzo más alto que el descrito por los Bomberos Forestales
En el artículo publicado en el Journal of Occupational and Environmental Health, el grupo de investigación resume lo ocurrido en los incendios acaecidos durante cuatro veranos. Tal y como subraya José Gerardo Villa, antes de iniciar el estudio cada verano se somete a los miembros de las BRIF a unas pruebas de esfuerzo. “En el laboratorio analizamos su respuesta cardiovascular, medimos el consumo de oxígeno máximo, que viene siendo la capacidad de trabajo físico que tienen, e identificamos las dos zonas de umbral de esfuerzo, aquella en la que no prácticamente no hay y aquella que, si supera, entra en fatiga, lo que se denomina umbral anaeróbico. De esta manera identificamos tres zonas de trabajo, la liviana, la óptima-moderada y la de trabajo intenso”.Tras recibir los registros de los pulsómetros que llevan los agentes forestales, los investigadores observan cuánto tiempo han estado trabajando en cada zona. Posteriormente, comprueban “si esa zona se relaciona con que la duración de los incendios sea mayor o menor, con el fin de conocer qué demanda en respuesta cardiovascular y estrés térmico les requiere su actividad laboral en función de la duración de los fuegos”. La combinación de ambas cuestiones supone también una novedad en este campo de investigación y ha desvelado que la demanda de esfuerzo que se requiere al bombero forestal es más alta que la esperada y que la descrita. “De aquí que el desarrollo de planes de preparación física específica como los que ya ha puesto en marcha Tragsa sean absolutamente imprescindibles”, concluye.

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